miércoles, 4 de diciembre de 2013

HISTORIAS DE BUENOS Y MALOS

HISTORIAS DE BUENOS Y MALOS ( O como, del rencor, surgen cielos e infiernos, anatemas y glorificados y religiones y dioses, ajenos al consenso y al diálogo.)
Prefiero no particularizar y dejar que cada cuál observe qué parte le corresponde de culpabilidad o inocencia, en este compromiso social que se supone adquirimos cuando se vive en colectividad. Mi alegato surge de una paradoja en el que son protagonistas determinados intelectuales de ya cierta edad. Recuerdo un número grande de pensadores que surgieron del espíritu de mayo del 68 y que aportaron a la España de la Transición una alta dosis de consenso, adaptabilidad y solidaridad y que respondieron ante las radicalizaciones totalitarias, con un amplio abanico de actitudes altruistas y pacifistas, en las que los dogmatismos y las intransigencias estaban ausentes a cambio de demostrar fortaleza en un pragmatísmo flemático al estilo budista y oriental. Pues ahora resulta que muchos de ellos, se han parapetado y nombrado defensores de las causas perdidas y cabalgan sobre la irascibilidad y hacen incluso ostentación de ella, abandonando la transigencia y el buen entendimiento, dividiendo el género humano en buenos y malos, y dejándose llevar por calificativos colectivos de forma populista y bastante demagógica. Son tan amigos de sus amigos que en ningún caso se dignan a escuchar a los hipotéticos enemigos. Son tan corporativistas que, huyendo de lo que aborrecen, van a darse de bruces con ello. ¿Cuántas revoluciones quieren hacer estos talluditos intelectuales? ¿No sería mejor dejar paso a la nueva savia juvenil que quizá esté demostrando mayor sensatez y menor apoltronamiento burgués?

No hay comentarios: