martes, 11 de mayo de 2010

Presentación de Manual para vacíos en Valladolid


Valladolid 11 de mayo de 2010
Se presentó Manual para vacíos en Valladolid. Gracias a Ángel Mª de Pablos presidente del Ateneo y al Grupo de Amigos del Teatro de Valladolid por la acogida.

viernes, 23 de abril de 2010

Recetas para llenar vacíos existenciales


Reconoce que el éxito de las recetas es relativo, pero al menos, su voluntad es intentar ofrecer algunas. Norberto García Hernanz (Segovia, 1956) presentó el pasado miércoles en la Sala Caja Segovia “Manual para vacíos”, una compilación de seis poemarios en los que el nexo es la vivencia personal, la búsqueda de la felicidad y las posibles soluciones para llenar esos vacíos existenciales que aquejan al ser humano.
En declaraciones a EL ADELANTADO el autor comentó que los tres primeros poemarios (“Presente singular”, “Eco del canto” e “Imposible mariposa”) son algo más antiguos, mientras los otros tres (“Me late el mar”, “Objeto de ser” y el que da título a todo el volumen, “Manual para vacíos”) son bastante recientes, prácticamente del último año, y con ellos ha participado en algunos concursos literarios.
A la hora de describir su trabajo, García Hernanz explica que se trata de una poesía “intimista, bastante expresiva, que intenta reflejar la inminencia del presente, la vivencia personal, cómo vivir”. “El nexo de unión es esa vivencia, la búsqueda de la felicidad, cómo rellenar vacíos existenciales, carencias afectivas y emocionales”, añadió el escritor.
De hecho en el último poemario, “Manual para vacíos”, incluso ofrece “algunas recetas para intentar resolver esos problemas emocionales, aunque desde la ironía, porque al final cada uno debe solucionar sus problemas, con un poco de autoestima y un poco de desenfado”.
Norberto García Hernanz, que estuvo acompañado en la presentación de su obra por Juan Antonio Sanz García y Santiago A. López Navia, también poeta, comentó, como se hace constar en la presentación del libro, que se siente poeta desde muy joven, aunque ha sido hace unos años cuando realmente ha desarrollado esta faceta, después de abordar otras vertientes creativas, como la pintura o la música.
“De mi etapa entre los 18 y los 25 años tengo entre 200 y 300 poemas; luego lo dejé un poco aparcado, porque estás en el momento de formar una familia, y después me he dedicado a otras actividades, como la pintura o la música, pero la poesía es algo que siempre ha estado latente, y ahora demás dedico más tiempo a leer, acercarme a las distintas corrientes...”. Mientras tanto, sigue escribiendo, presentándose a concursos literarios y ya planifica la publicación de un nuevo volumen dedicado a su madre, fallecida hace unos meses.

miércoles, 10 de marzo de 2010

LO QUE NOS VALE Y LA VERDAD

______Norberto García Hernanz

Vivimos una época trepidante a la vez que decadente, donde el pensamiento y el sentido común están también en crisis, como la propia economía.

Soy positivo respecto a las capacidades del ser humano y a lo que futuras generaciones puedan aportar a nuestra sociedad, pero desconfío del aburguesamiento de las conciencias, que propenden al ostracismo y afirmo que ni los puristas acérrimos, tan libres ellos de ingerencias exteriores a su raciocinio, conocen hasta qué punto el utilitarismo les está carcomiendo el intelecto, o si lo saben, transigen descaradamente, con él, por poder almohadillarse la psiquis, dentro de una urna acristalada con seguridades virtuales.

Son tiempos inseguros, en que prima el aferrarse a convicciones de aparente verdad, elevadas a la categoría de absolutos indiscutibles, por mor de la ausencia de debate, de la virulencia mediática y del “porque sí” envolvente y partidista, en el que poco cabe pensar por nosotros mismos en acto verdadero de libertad humana.

Políticos, religiosos y representantes del poder público y privado, incluso ( y eso me sorprende aun más) escritores afamados, se lanzan, en aras de una mayor contundencia convincente, a la arenga conminatoria y catastrofista, confundiendo “lo que a ellos les vale” subjetiva y utilitariamente, con la verdad siempre trabajosamente construida.

Y es que desde que a la civilización griega le dio por darle a eso de pensar en profundidad, se sabe que no es en ningún caso el vocerío, la repetición denodada, ni la proclama estentórea, lo que le confiere a una afirmación la categoría de verdad y que una verdad se encuentra a duras penas, después de luchar con numerosas contradicciones de la razón y la experimentación, por no hablar de las dificultades que le oponen, la relatividad de los “valores indiscutibles” que se esgrimen axiomáticamente cuando interesa, como por ejemplo la jerarquía de las especies, o los conceptos de bien y mal.

Desde aquella época se conocen las argucias de los compradores de verdades a cambio de seguridades, de los vendedores de consuelos a cambio de fidelidades y de los que ofrecen felicidad tomada de prestado, más que ganada a pulso.

Conocer la verdad, al contrario de lo supuesto, no da nunca tanta seguridad como parapetarse en la falsedad y por ello, el que busca y halla de vez en cuando alguna, tarda menos en cambiar a otra verdad diferente que quien se reafirma en la falsedad irracionalmente, eternizándose en el error, precisamente porque ese error le vale para ser feliz, para conseguir una estabilidad cotidiana, arropado por la “tribu” que opina y opinará por siempre de la misma forma que él.

La consecuencia es que ser sectario, sin fisuras y purista de aparentes verdades, está de moda y es rentable incluso para los escritores, que se suman cada vez más cabreados a un radicalismo caníbal, carente de ecuanimidad.

Por tanto, si queremos mantener algo de objetividad y cordura en esta sociedad de tránsito (no sé muy bien a donde, pero de tránsito) no confundamos nunca más la verdad con “lo que a mí me va bien, me funciona”. De la misma afirmación se deduce un tufo sospechoso a relatividad. Es a mí al que vale y doy la sensación que hasta me puede traer al fresco lo que les sirva o no a los demás. No hablemos más en ese caso acomodaticio, de verdades universales. ¿Estamos de acuerdo?

jueves, 21 de enero de 2010

GRACIAS POR LA ENTREGA (En homenaje a Catalina Hernanz Mínguez)


Referente a Catalina diré que, ahora que está ausente, bueno sería dejar constancia escrita, de alguna de sus características vitales, como homenaje que le hace quien de ella vino. Aquellas que siempre pensé contar en momentos como éste, como que llegó al mundo el año del TBO o de la fachada del Teatro Juan Bravo, también de la Revolución Rusa y que estudió en el Instituto Escuela de Barcelona (que seguía las directrices de la Institución Libre de Enseñanza), durante una juventud que le hizo ser catalana en Castilla (su tierra de nacimiento) y castellana en Cataluña (su tierra de devoción). Allá vivió la intranquila y a la vez prebélica época de la Segunda República y oyó gritar por las calles lo de "Visca Maciá, mori Cambó", para sufrir más tarde en la Guerra, las calamidades del hambre, los bombardeos y la visión de la muerte por las calles. Eso sí, su relato quedaba siempre dulcificado por el bote de leche condensada que llegó a sus manos y por ende a su boca, al entrar "los nacionales" y pacificarse un poco el rugir de tripas. Atrás quedaba la rebusca de patatas, en las afueras de Barcelona, para luego lanzarse del tren en marcha y así evitar los controles a la vuelta. Después llegó una postguerra de racionamientos y sinrazones, de la que escapó en su itinerar por San Sebastián y Astorga hasta recalar en la Segovia de sus sentimientos encontrados, donde ya casada y con hijos, dedicó su vida al buen hacer del hogar. Sentimientos de amor y agridulces del regreso a la Castilla austera, donde nunca retomó, imbuída en un ambiente parroquiano de misa y ropero que no entendía, sus raices culturales y sociales. Pero de eso, egoístamente, nos aprovechamos sus hijos, recibiendolo todo de su integridad y concienzuda sapiencia. De eso mamamos, en nuestro beneficio futuro, de aquellos principios que ella consideraba indiscutibles (también a veces los dicutíamos) y que ayer mismo, se llevó consigo para siempre. Gracias por la entrega mamá. Seguiremos debatiendo del porqué de las cosas y de las incongruencias de la vida, en cualquier rincón de mis sensaciones. Muchas gracias.