miércoles, 29 de junio de 2011

LOS RICOS...MÁS RICOS.


Sea malo primero, prometa ser bueno después y tendrá su premio.
Aparte de la declaración del presidente del jurado designador de la capitalidad europea, Manfred Gaulhofer, que se está definiendo como desafortunada por los diferentes medios de comunicación. (Concretamente el párrafo: "Todas eran grandes candidaturas pero San Sebastián tenía algo más. Seguramente uno de los aspectos fuera el gran compromiso en contra de la violencia y la idea de usar la cultura para ello") y digo aparte, pero sin quitarle importancia, ya que esa declaración tiene en sí misma connotaciones políticas y un mensaje contradicctorio en el sentido de "sea malo primero, prometa ser bueno después y tendrá su premio", aparte de ello, digo, veo un trasfondo de mayor calado a la hora de designar y apoyar proyectos que beneficien la culturalidad europea. Y ese trasfondo se refiere a que es más cómodo ayudar a las regiones o ciudades ricas y con carácter más europeo, que a las que pueden avanzar en ese sentido y transformar a su zona circundante en un nuevo referente añadido a los ya existentes. Seguramente en la explicación final del jurado, San Sebastián destacará por sus avanzadas infraestructuras, sus tradiciones jazzisticas, cineastas y marítimas a la par que gastronómicas, ya asentadas y demostrará que es una "pamema" el poner el caramelo en la boca a otras ciudades que quizá con más ilusión y empeño nunca podrán competir, por culpa de todo ese bagaje cultural, aun no consolidado, que una "capitalidad" sí ayudaría a asentar. El resumen es que los ricos, se harán más ricos y los muy cultos se harán más cultos y que la designación no entraña ni un mínimo riesgo para los "designadores" En cuanto a la violencia y a la consolidación de la paz, hay que observar que ningún Festival de Jazz de San Sebastián, ni Semana Internacional de San Sebastián han tenido jamás ningún atentado y que por supuesto los acontecimientos que se desarrollen en el año de la capitalidad, tendrán el trasfondo pacífico habitual, que han tenido todos los acontecimientos culturales en la ciudad de la Concha, puesto que a los violentos, nunca les ha convenido serlo con este tipo de actos. Por tanto nada garantizará esa paz cultural prevista. ¿Tendremos que terminar envidiando no ser del Norte? ¿Sería bueno, en lugar de solicitar ser incluídos en una Capitalidad Europea, ser incluidos en el Norte de cualquier mapa político o cultural? Creo que no, pero... se verá.