jueves, 29 de diciembre de 2016

SABIOS Y MEMOS

Muy bien por David Joiner al estilo de Kanisza.
Quisieramos ser capaces de no dejarnos llevar por la sensación de ver un cuadrado. Quisieramos controlar los sentidos para ver exactamente lo que vemos, dos figuras redondas a las que les falta un cuarto y que están enfrentadas. Nos gustaría después dejarnos llevar, pero teniendo el control. ¡Pues no! Lo emocional supera en cantidades enormes a lo racional y ese es el peligro de la descalificación, del juicio previo, de las historias de buenos y malos, de la supuesta bondad del bien y la supuesta maldad del mal y finalmente de la idea reincidente de que es mejor considerarnos en el grupo de los agraviados, voluntariosos, imperfectos pero con aires de "si yo quisiera sería perfecto", que asumir que a partes iguales somos idiotas e inteligentes, sabios y memos, metepatas y acertados, gentiles y cabritos. Esa convicción nos daría algo más de humildad, empatía y hasta alegría y felicidad, a la hora de juzgarnos, a la hora de cargarnos al 80% del genero humano con nuestros calificativos. NGH.

martes, 4 de octubre de 2016

¿QUÉ SE VALORA AL LEER POESÍA?

A la hora de comprar o consultar un poemario, cada cual suele aplicar sus criterios personales, basados en prejuicios no siempre lógicos, pero con frecuencia explicables.
Quiero decir con esto, que aunque lo políticamente correcto sea decir que valoramos la interesante temática de la que hemos oído hablar a sesudos eruditos, suelen guiarnos  además otros criterios que van desde la apariencia sugestiva de la portada, pasando por el nombre del autor/a, o la procacidad del título hasta el propio formato y longitud “paginal”, por no sumar a la lista, la intuición personal que según nuestra experiencia pasada, nos haga inclinarnos hacia uno u otro lado del “stand” poético.
Lógicamente para esto último, se requiere que previamente la editorial en cuestión haya hecho sus tareas, y se haya currado el asunto de la distribución. En este apartado, suele ocurrir aquello de la Ley de Murphy para las colas del supermercado u oficina de Hacienda. Siempre eliges la editorial que menos te va a llevar a ferias del libro o a variadas librerías prestigiosas. Pero retomemos el titular del artículo presente.
Imaginemos que ya está en nuestras manos el ejemplar afortunado que ha requerido nuestra atención y que nos disponemos a leerlo sesudamente o, (en ocasiones así suele ocurrir en poesía) a salto de mata, según nuestra predisposición o disponibilidad.
El primer poema suele tener la responsabilidad de “enganchar” al lector, pero los avispados lectores con frecuencia “picotean” y pasan velozmente al último o aleatoriamente a cualquier otro, para establecer inicialmente un criterio ponderado en el cual el primer poema pueda quedar señalado como especialmente diferente del resto por su longitud o dedicación especial del escritor.
Sigamos imaginando que el citado poemario ha superado estos criterios previos y tiene esa acertada portada y título y esos primeros poemas sugerentes que nos conminan a seguir leyendo ávidamente.
¿Cuál será la prueba final que deba superar el poemario para ser leído de arriba abajo con fruición y así adquirir en nuestro intelecto la categoría de recomendable, incluso de libro de culto?  
Yo apuntaría cuatro aspectos a tener en cuenta en la consecución de una obra “redonda” y solamente añado uno, a los tres que en otras ocasiones he señalado para la valoración de un solo poema, a saber Contenido, Lenguaje poético y Musicalidad.
Este cuarto aspecto que debe ser  necesario y diría que imprescindible para “llevarse la obra a casa” es la coherencia del propio poemario. No quiere decir esto que deba tener una línea argumental incuestionable, de hecho en pocas ocasiones se da este caso, (sirva de ejemplo Matar a Platón de Chantall Maillard) sino que debe existir un ideario, una temática interna que defender, en la cual el lector vaya calibrando, al leer el texto, si esa forma de pensar del autor, es acorde o discordante con la suya propia. Es decir, el poemario debe tomar partido, implicar, sugerir, motivar y tratar de llevar al lector a su terreno, consiguiendo que dicho lector pueda llegar a pensar: “si yo fuera poeta habría escrito esto” o “no estoy de acuerdo para nada con este ideario, si yo tuviera que escribir sobre esto diría todo lo contrario”, etc…
Eso es lo que debe ocurrir, sin que para ello, como he apuntado, deba de haber un único poema, un único hilo conductor o un solo poemario dentro del libro en cuestión.

En definitiva, la relación de seguidores que tendrá un buen texto poético, una vez excluidas las  modas pasajeras y propagandísticas (eso es otro tema para otros especialistas), estará en proporción directa con la capacidad de hacerle sentirse identificado al lector con el ideario humano del libro. Eso creo que es lo auténticamente valorable, lo que puede dar a la obra el “toque de excelencia”, respecto a otras que sucintamente se atienen la los criterios elementales aplicables a un determinado poema (como apunté Contenido, Lenguaje poético y Musicalidad).

miércoles, 4 de diciembre de 2013

VALOR DE LA POESÍA; POESÍA EN VALOR.

Norberto García Hernanz --- No hay en Segovia exceso de acontecimientos poéticos. De hecho son escasos y normalmente están insertados en jornadas literarias como aderezo, colofón o complemento, pero no como eventos independientes con identidad propia. En esos casos, la dificultad de mantenerse en años sucesivos, viene supeditada a la celebración de los propios eventos dichos, en los que están insertados, pudiendo sufrir modificaciones o supresiones, al no ser elementos indispensables de dichas jornadas. Caso aparte son los recitales y concursos de exclusiva dedicación poética, que necesitan cada año reinventarse y recabar de entidades altruistas los recursos y apoyos que hagan posible su continuidad. Mi deseo es -como ahora es habitual definirlo-, “poner en valor” la poesía en nuestra ciudad y concretamente, en este caso, resaltar la contribución de acontecimientos como el Día Internacional de la Poesía en Segovia, al mejor conocimiento y divulgación de nuestro patrimonio.
El Día Internacional de la Poesía en Segovia, que por quinta vez consecutiva se celebrará el próximo 22 de marzo de 2014, está precedido por una convocatoria-concurso, en la que suelen participar alrededor de doscientos poetas y poetisas, a los que se les transmite la idea de Segovia, como idílico lugar donde poder venir a recitar al empezar la primavera. Al valor intrínseco de una fase concurso de asepsia contrastada, le sucede la selección de entre veinte y veinticinco finalistas con los que se mantiene contacto permanente por Internet y que no dudan en venir a vernos desde el resto de España (y el extranjero en ocasiones), pagarse su viaje, alojamiento y comida de hermandad poética correspondiente, lo cual supone un beneficio para nuestro turismo. Lo hacen porque saben que aquí les tratamos bien, porque aquí disfrutan del recitado de sus poemas, porque se les ofrece una visita guiada de algún monumento reseñable, porque se les obsequia con el libro-antología de los poemas finalistas y porque conocen el prestigio que ha alcanzado después de cinco años esta cita, por la cual ya han pasado promesas que hoy día están consolidadas.
Creo que esta modalidad poética (concurso, recitado y antología) que de momento es única en nuestro país, debe ser valorada y potenciada por aquellas entidades que con visión de futuro, entiendan la cultura, además de como un enriquecimiento del espíritu, como vehículo que contribuya, a la mejora  gastronómica, editorial y hotelera de nuestra capital. Esta jornada de poesía ya tiene algunos patrocinadores y colaboradores, a los que desde aquí agradezco su entusiasmo y apoyo, pero las múltiples posibilidades de mejora, están supeditadas a nuevas incorporaciones. Por sí sola, la poesía ya tiene valor, pero espera aún que la ayudéis a “ponerse en valor”, es decir: en el lugar que merece. Muchas gracias.

HISTORIAS DE BUENOS Y MALOS

HISTORIAS DE BUENOS Y MALOS ( O como, del rencor, surgen cielos e infiernos, anatemas y glorificados y religiones y dioses, ajenos al consenso y al diálogo.)
Prefiero no particularizar y dejar que cada cuál observe qué parte le corresponde de culpabilidad o inocencia, en este compromiso social que se supone adquirimos cuando se vive en colectividad. Mi alegato surge de una paradoja en el que son protagonistas determinados intelectuales de ya cierta edad. Recuerdo un número grande de pensadores que surgieron del espíritu de mayo del 68 y que aportaron a la España de la Transición una alta dosis de consenso, adaptabilidad y solidaridad y que respondieron ante las radicalizaciones totalitarias, con un amplio abanico de actitudes altruistas y pacifistas, en las que los dogmatismos y las intransigencias estaban ausentes a cambio de demostrar fortaleza en un pragmatísmo flemático al estilo budista y oriental. Pues ahora resulta que muchos de ellos, se han parapetado y nombrado defensores de las causas perdidas y cabalgan sobre la irascibilidad y hacen incluso ostentación de ella, abandonando la transigencia y el buen entendimiento, dividiendo el género humano en buenos y malos, y dejándose llevar por calificativos colectivos de forma populista y bastante demagógica. Son tan amigos de sus amigos que en ningún caso se dignan a escuchar a los hipotéticos enemigos. Son tan corporativistas que, huyendo de lo que aborrecen, van a darse de bruces con ello. ¿Cuántas revoluciones quieren hacer estos talluditos intelectuales? ¿No sería mejor dejar paso a la nueva savia juvenil que quizá esté demostrando mayor sensatez y menor apoltronamiento burgués?

martes, 11 de septiembre de 2012

A VUELTAS CON LA VUELTA A ESPAÑA

               La Vuelta a España de este año ha batido records de emotividad y no se han llegado a oír discrepancias respecto a la conveniencia de los recorridos por Parques Nacionales gracias al buen hacer de la organización y la enorme participación de público, que ha superado con su entusiasmo cualquier valoración en contra que pueda hacerse. A esta constatación que aumenta el sentir popular a favor de esta manifestación deportiva quiero añadir una anécdota sentimental y particular.
              Hace cincuenta años, también pasaba por Segovia la Vuelta. Mi padre me acercó a las inmediaciones de la capital, concretamente a la caseta de camineros situada en la entrada de Madrid por Guadarrama, para que el niño, que era yo entonces, viera pasar la caravana ciclista y más concretamente a Federico Martín Bahamontes, que era quien era en el pelotón internacional.
            Hace pocos días, a su paso por Tres Casas, he sido yo, su hijo, el que ha querido llevar a su padre a ver pasar la misma comitiva y en esta ocasión yo también el que le indicara: "Mira, mira, por ahí pasa Contador", al estilo que él empleó hace cincuenta años para comentar: "Mira, mira, por ahí va Bahamontes. ¡Hala Bahamontes!"
           Conclusión: Las generaciones pasan y la Vuelta a España y la emoción por contemplarla permanece.
Norberto García Hernanz.

jueves, 26 de julio de 2012

ATEOS Y "ATEÍSTAS"

Flaco favor le hacen al ateísmo, los grupos radicales que recurren, por defender sus tesis, al recuerdo de tiempos pasados, con enfrentamientos fraticidas incluidos, por no hablar de la forma insultante con que provocan al clero y feligreses de las respectivas religiones que atacan.
No se dan cuenta que cualquier ateo beligerante deja de ser ateo, sensu stricto, para convertirse en "ateísta" que es algo muy distinto, algo así como un vociferante seguidor de un colectivo que le adoctrina.
En su afán de dar a conocer su creencia de la no existencia de Dios ni de plan creador, cae en los defectos de las propias religiones en su hacer proselitismo.
No sólo considera el "ateísta" que posee la razón sino que necesita rodearse de coetáneos que tengan esas mismas creencias, para sentirse seguros de aquello que tendrían que tomar por seguro individualmente sin tener que sentirlo precisamente en grupo.
De manera que "ateísta" es todo aquel que considera inoperante la increencia, mientras no se convierta en mayoritaria y pueda dar lugar a cambios sociales y abolir religiones.
No se dan cuenta que es la honestidad y la beligerancia pasiva de los avances culturales la que únicamente puede convencer de la imparcialidad y sensatez del "no creer" a pies juntillas las verdades heredadas y aún más importante, no se dan cuenta que el objetivo final del ateo, no es convencer, ni imponer, algo más propio de las religiones monoteístas que hacen de su verdad, bandera de salvación, sino tener una actitud vital coherente con su razonamiento.
Una pena que sólo salga en los medios de comunicación el ateísmo, con ocasión del desprestigio y que sea precisamente, por culpa de esos grupos, como digo, más "ateístas", que ateos.
La paradoja es que así seguirá siendo, porque el ateo "legal", el que no suele traicionarse a sí mismo, no suele pertenecer a colectivos que se manifiesten en la calle, o por lo menos no de forma radical. El ateo "legal", casi siempre escucha y casi nunca habla, es bastante individualista y por su natural carácter no combativo; deja que la evidencia sea la que le dé la razón a quien tenga que darla y solamente suele opinar sobre sus convicciones cuando es preguntado o extorsionado.
Su verdadera riqueza es saber lo que sabe a través de un concienzudo estudio introspectivo de enfrentamiento con la realidad hasta sus últimas consecuencias y ese esfuerzo, a menudo, le deja con pocas fuerzas para ir a la calle a quemar nada ni arengar a nadie.
El ateo vive la realidad lo más sensatamente posible, sin concesiones al por si acaso, a la conveniencia, al localismo, al puede ser, con objeto de no caer en las continuas contradiciones por las que tiene que pasar el creyente para alcanzar cierta coherencia ideológica.
El ateo piensa, finalmente, que lo razonable es utilizar la razón sin excepciones. ¡Hasta un dios sería comprensivo con eso y ateo formal!
El "ateísta" por contra, concluyo, cae en la trampa de hacer religión de su propia irreligiosidad y en consecuencia puede llegar a causar socialmente los mismos conflictos que quiere evitar.
Queden pues las cosas en su sitio correspondiente y respétese por igual la creencia y la increencia, la convicción y el escepticismo. Al fin y al cabo son ideas y están en nuestra cabeza. No les atribuyamos propiedades inviolables e indiscutibles y fomentemos el diálogo para convencer y nunca la visceralidad para imponer.

viernes, 30 de marzo de 2012

GRACIAS, NORBERTO

 GRACIAS A D. Juan Manuel Santamaría, miembro de la Real Academia de Historia y Arte de San Quirce, por este artículo.

GRACIAS, NORBERTO
El pasado sábado, día 24, la sede de la Real Academia de Historia y Arte de San Quirce, llena a rebosar como en sus más gloriosas jornadas, acogió a los participantes en el III Día Internacional de la Poesía y alguien trajo a la memoria de los presentes unas palabras de Horacio: “los versos, además de ser hermosos, han de ser encantadores”. 
Y pocas cosas tan encantadoras como la jornada vivida ayer en el aula de San Quirce: Se comenzó recordando, muy brevemente, a don Antonio Machado; luego, brevemente también, la celebración, el año 1952, del Congreso de Poesía de Segovia al que asistieron poetas tan señalados como Carles Ribas, Luís Rosales, Dionisio Ridruejo, Gerardo Diego, Dámaso Alonso y los luego Premios Nóbel, Camilo José Cela y Vicente Aleixandre, todo para enlazar con el acto que se celebraba y en el que, para darle el encanto señalado, se fundieron el escenario -una antigua iglesia románica-; la música de los siglos XIII al XVI que, tocando instrumentos de época recuperados, interpretaron Pablo Zamarrón y Miguel Abad, levantando aplausos cálidos y entusiastas; y los versos, unos sonoros, otros apasionados, otros expresivos, otros cadenciosos, del siglo XXI, que leyeron los treinta y ocho poetas que habían sido seleccionados en el concurso que se había convocado al efecto previamente.
Y qué recreo para los oídos escuchar de los labios de los poetas que los habían escrito versos en castellano con acentos catalán y andaluz, francés y argentino, murciano y pacense, neoyorkino y caribeño… Fue algo maravilloso ser consciente en aquel contexto, en aquel ambiente y en aquel espacio de la universalidad de nuestro no siempre bien tratado castellano.
Todo se hizo sin apenas presencia institucional ya que sólo una concejala pudo estar un ratito acompañándonos; casi abandonados por los medios de comunicación, pues sólo estuvo El Adelantado de Segovia.
¿Cómo, digamos , con esa soledad y con un mínimo presupuesto se puede montar una jornada como la señalada, con un éxito de público que para sí quisieran los eventos, costosísimos, que todos conocemos?
Por dedicación, la generosidad y el buen hacer de una persona, Norberto García Hernanz, que convoca, solicita ayuda, diseña, programa, hace de relaciones públicas y de lo que haga falta para que todo salga bien, sin un solo fallo y con el beneplácito de todos. Y a fe que lo ha conseguido en las tres ediciones de las jornadas que se han celebrado hasta hoy.
Todos los participantes le dieron las gracias por su entusiasmo y entrega. Alguien, más expresivo, señaló que sin personas como él las declaraciones de la UNESCO de Día tal y Día cual sólo serían papel mojado.
Yo también quiero dárselas, como segoviano, por haberme hecho vivir en Segovia una jornada poética como la de ayer. Y como académico de San Quirce por haber aportado savia nueva al viejo tronco.