sábado, 12 de noviembre de 2011

ROJOS AZULES Y VICEVERSA

Echar un vistazo a los colores de los partidos mayoritarios y verlos así identificados con antiguas ideologías es todo uno. Y eso que en la transición, se recurrió a colores intermedios, naranjas, rosaceos, verdosos, etc… como símbolo de avance y no encasillamiento con respecto a las antiguas posturas, pre y post contienda civil. Pero han pasado los años y parece ser que en lo fundamental, los españoles estamos separados por las mismas diferencias de entonces. Volvemos a declararnos de derechas o de izquierdas sin ambigüedades, cuando habíamos quedado que las opciones centristas eran las que nos podían hacer progresar en una dirección común hacia el siglo XXI. ¿Por qué no ha sido así? ¿ Por qué se ha radicalizado la forma de ver un mismo mundo que nos contiene y atañe? Parece ser que los motivos no se refieren a los aspectos fundamentales de la economía y pérdida de empleo, sino a otros aspectos, simbólicos y complementarios que tienes que ver con el mundo de las ideas, como pueden ser la educación, la religión y decisiones que tienen que ver con el respeto a la vida humana, a la vida de los animales, a la ética y a la moral. No obstante, sabemos que esos son los aspectos que en última instancia pueden hacer que un ciudadano se vuelva en contra de su hermano. No lo tangible y perentorio que a todos lleva a los mismos sitios (cola del paro, adquisición de bienes, consumo de los mismos) sino aquello implícito a nuestra forma de ver la vida, menos sustancial para lo perentorio pero fundamental para lo anímico. Ante esa radicalidad colorista e ideológica, surgen movimientos de “indignados”, “anonymus” y abstencionistas que dudan sobre las bases de un régimen democrático demasiado biparticionado y quizá desgastado. La juventud, sobre todo, viene pidiendo un desapoltronamiento de la ley electoral, replanteamientos sobre la necesidad del Senado, etc… que habría que reconsiderar para próximas ocasiones. Personalmente ese juego colorista y bipartidista, me sigue inquietando, con vistas a levantar el país entre todos juntos.